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Editorial 1034

 


Proceso de la libertad

 

La libertad es un proceso sujeto a las leyes de evolución. En realidad, todo lo que existe tiene un proceso (El cosmos, las plantas, la especie humana, las instituciones. Todo está sujeto al devenir, y a la mutación.

 

Las La libertad humana tiene su historia. Comenzó el día en que se inició la evolución hacia el “homo sapiens” Al principio esa libertad fue microscópica, pero era la semilla de la libertad. Durante miles de años el hombre fue gregario; carecía de conciencia individual, pero lentamente fue llegando a la individualización.

 

La libertad individual; es decir, la capacidad de pensar y decidir, de acuerdo a criterios personales se inició a comienzos de la edad moderna, si bien, hace miles de años existieron personas bastante evolucionadas, con alto grado de conocimiento, desarrollo y libertad. Este proceso se acelera cada día, gracias a los cambios culturales y a las exigencias de la vida que obligan a capacitarse mejor y a desarrollar mayor iniciativa personal.

 

La libertad corre camino paralelo con el desarrollo del lenguaje, con el desarrollo de la inteligencia y con el desarrollo de la conciencia. Por tanto, el desarrollo del lenguaje, de la inteligencia y de la conciencia son requisitos para el desarrollo de la libertad, y, a la vez, la libertad es requisito para el desarrollo de las tres instancias mencionadas.

Podemos afirmar que la evolución y la libertad son dos conceptos i8nseparables.

 

A través de una historia larga y azarosa, el ser humano se ha liberado de la ignorancia y del imperio de los instintos. Hoy, la sociedad ofrece unas condiciones aceptables para que los individuos puedan hacer suya la libertad que tantos miles de años costó a la humanidad. Pero la historia humana es una guerra sin cuartel. La guerra, como toda violencia, es irracional, pero a veces resulta inevitable, debido a que la acumulación de injusticia y resentimiento termina por explotar.

 

La guerra y el amor son el “leitmotiv” de la historia. Hombres y pueblos lucharon y seguirán luchando, debido a que unos pretenden imponer su ambición y autoritarismo y otros prefieren morir antes que vivir humillados. El precio de la libertad social e individual es muy elevado; exige mantener siempre en alto la guardia. De aquí el refrán: “ Si quieres la paz, prepara la guerra”.

 

Las guerras cruentas están quedando atrás; suelen darse en los países subdesarrollados. Ahora las batallas por el desarrollo y por la libertad se dan en el campo de la capacitación y de la economía.

 

El camino hacia la libertad es lento como el crecimiento. Resulta utópico creer que la libertad está al alcance de la mano y que se puede lograr con un golpe de suerte. La libertad, al igual que el desarrollo, la experiencia o la felicidad es la coronación de una vida presidida por la inteligencia y la responsabilidad.

 

Las libertades sociales no se decretan por ley, aunque ésta es un soporte necesario. Hace años que se declararon los Derechos del Hombre pero aún son violados en todas partes del mundo.

Lo importante de las libertades no está sólo en alcanzarlas sino en mantenerlas.

 

La globalización está agrupando a la sociedad, pero a la vez pueden convertirse en una trampa, en la que las personas y los pueblos pierdan su identidad y su libertad.

Todos estamos encadenados de alguna forma a necesidades, temores, culpas y compromisos. Unos están encadenados con gruesas cadenas y otros con hilos muy sutiles. Las cadenas son difíciles de romper y los hilos son difíciles de ver, por lo cual, hay que afinar los sentidos, porque puede ocurrir que estemos atrapados hasta el cuello y no tengamos conciencia de ello.

 

Si tienes un proyecto de vida es posible que seas más libre de lo que crees y si careces de proyecto, por lógica, estás encadenado al proyecto de otras personas.

 

La libertad personal tiene un proceso interno. En principio depende de la educación recibida, pero luego depende del uso del libre albedrío. Los seres humanos somos inteligentes y tenemos conciencia, por lo que, a pesar de todos los condicionamientos externos, conocemos la verdad y el bien, y, en consecuencia, somos responsables de nosotros mismos, y sólo en la medida en que asumamos la responsabilidad de nuestro desarrollo podemos avanzar en el proceso de nuestra libertad.

 

La libertad, al igual que la cultura, es un patrimonio universal del cual nos nutrimos todos, a la vez que contribuimos a su crecimiento con nuestro desarrollo personal.

 

Los hitos más importantes de la libertad humana son: La liberación del temor sagrado a las fuerzas de la naturaleza y a los dioses.

La liberación del canibalismo.

La liberación de la ignorancia, de la miseria y de las enfermedades.

La liberación de la esclavitud.
La liberación de numerosos tabúes relacionados con la raza, casta, sexo, etc.

La liberación del autoritarismo y la conquista de la democracia.

La declaración de los derechos humanos. Etc.

 

En un mundo globalizado, la clave de la libertad está en la capacidad competitiva, en la autosuficiencia y en el espíritu de superación.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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